Por: Sofía Arana Velasco
Hoy les presento la reseña de la película “Noche de Fuego”, que considero una película que, a pesar de retratar una realidad muy dura e incómoda, nos lleva a ser más consientes sobre la realidad que viven millones de personas en nuestro país, pero a pesar de eso es poco hablada dentro de el contexto socio-cultural en el que nos encontramos.
Se toca el tema de género de una manera muy interesante, ya que las protagonistas viven una realidad que esta totalmente definida por su género, desde el hecho que tienen que desprenderse de uno de los rasgos femeninos más apreciados por la sociedad, al cortarse el pelo; como estar conscientes que en cualquier día ellas podrían ser una de las niñas que son arrancadas de su hogar.
También el factor que la primera escena es la forma en que Rita sabe que la única forma de mantener a su hija segura es haciendo un hoyo para que se esconda, fue la forma en la que se nos introdujo a el deseo de una madre por proteger a su hija de la verdad en la que le toco vivir y de la que no puede desprenderse.
Es importante recalcar que la figura materna en la historia es muy importante, ya que tiene el papel de proteger, pero al mismo tiempo tiene el papel de mala, puesto que el padre ausente no se puede hacer responsable de su parte en la vida de su hija. Dejando caer el peso de ambas figuras parentales en una persona, obligándola a separarse de su sentido de autopreservación y seguridad para enfocarlo en un tercero.
El cuerpo y la percepción que Ana y sus amigas tienen de él es de una forma muy inocente, ya que en el contexto en el que viven su imagen personal no es lo más importantes, pero a pesar de ello, se ve que a pesar de estar en un ambiente que sexualiza sus cuerpos desde una edad muy temprana, ellas no lo ven de esa manera.
En la primera parte se ve que una forma para proteger la infancia y la integridad de las niñas es haciéndolas ver lo menos llamativas para la perspectiva masculina, puesto que esta es la única forma en la que a pesar de su edad no van a ser un objetivo. Lo cual nos debe de llevar a reflexionar, el porqué dejamos que el sistema en el que vivimos tenga tan normalizado y con poca visibilidad que niñas, de cualquier contexto social o económico, ser sexualizadas y que no se les permita tener una infancia en la que se puedan desarrollar de una manera sana.
El contexto socio-político está presente durante toda la trama, ya que es la razón por la que viven en esa comunidad, el papá de Ana no esta con su familia, reciben una educación limitada, no tienen las mismas oportunidades de desarrollo que otro tipo de familias en una situación diferente, entre otras.
Pero no solo define y le da trasfondo a la historia, sino que nos plantea que realmente no tienen otra opción sobre cómo vivir sus vidas y que no sería fácil llevar un estilo de vida diferente al que están expuestas, ya que las oportunidades que tienen a su disposición son muy limitadas y si no pueden adaptarse a ellas no van a poder tener un futuro en el que en el mejor de los casos las niñas puedan seguir con sus familias.
Es una historia complicada de digerir, ya que trata con temas muy crudos, pero son abordados desde la perspectiva de unas niñas, que su objetivo a largo plazo es crecer con sus amigas y encontrar un espacio en el que se puedan desarrollar de una manera segura, que es lo mínimo que se debería de esperar para la infancia de cualquier persona, sin importar el trasfondo cultural en el que se encuentren.
Esta película tienen dirección y guión de: Tatiana Huezo, música: Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman, fotografía: Dariela Ludlow y actúan: Ana Cristina Ordóñez González, Giselle Barrera Sánchez, Mayra Batalla, Norma Pablo, Guillermo Villegas, Olivia Lagunas, Eileen Yañez, Alejandra Camacho, David Illescas, Marya Membreño, Julián Guzmán Girón.
Puedes ver un avance en esta liga: https://youtu.be/nuJc9FR38bA y la encuentran en Netflix.
Espero tengan oportunidad de verla y comentar, qué les parece. Hasta la próxima.
