sábado, noviembre 23, 2024
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La importancia de la población adulta mayor

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Por: María Alejandra Nuño Ruiz Velasco*

El domingo pasado, 1º de octubre, celebramos el Día Internacional de las Personas de Edad, como se ha hecho desde 1991.

Algunos datos que nos aporta la ONU son los siguientes:

  • 10% de la población global tiene 65 años o más, y “Se prevé que el número de personas de 65 años o más en todo el mundo se duplique con creces, pasando de 761 millones en 2021 a 1600 millones en 2050”. De acuerdo con la misma fuente, “[e]l número de personas de 80 años o más está creciendo aún más rápido.
  • Para el 2050, el 17% de la población en el mundo tendrá 65 años o más, y también habrá el doble de personas de esas edades en proporción con niños menores de 5 años. En ese sentido, “se espera que, a nivel mundial, los bebés nacidos en 2022 vivan 71,7 años de media, 25 años más que los nacidos en 1950.
  • “Las mujeres tienden a vivir más que los hombres y, por tanto, representan la mayor parte de la población de edad avanzada. En 1950, las mujeres podían llegar a vivir casi cuatro años más que los hombres en todo el mundo. En 2021, la diferencia entre ambos había aumentado a más de cinco años.”
  • Asimismo, “se prevé que el número de personas en edad de trabajar (de 55 a 64 años) aumente de 723 millones en 2021 a 1075 millones en 2050, y a 1218 millones en 2100.”

Esas predicciones son palpables en México, donde el INEGI ha documentado que en poco más de 50 años (de 1970 a 2023) “el porcentaje de la población de 0 a 14 años disminuyó de 46 a 23 % y la de 15 a 29 pasó de 26 a 24 por ciento; en contraste, la población adulta de 30 a 64 años aumentó de 24 a 43 % mientras que el porcentaje de adultos mayores se incrementó a más del doble, al pasar de 4 a 10 por ciento.”

El año pasado, para conmemorar este día, el INEGI emitió un comunicado en el que informó que el 14% de personas en México tiene 60 años o más; y que el 33% de ellas es económicamente activa, siendo los hombres duplican el número de mujeres que se encuentran en esa condición. De total de las personas mayores ocupadas, la mayoría de ellas (el 70 %) trabaja de manera informal. Esto último coincide con las valoraciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que afirma que, “conforme transcurre el ciclo vital de las personas, aumenta la posibilidad de caer en el empleo informal”.

En 1991, la ONU adoptó 18 Principios en favor de las personas de edad, que son divididos en cinco apartados: independencia, participación, cuidados, autorrealización y dignidad.

Esos principios han sido actualizados y reforzados por la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, de la cual México es parte, y que, como señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nos invita a adoptar un paradigma que reconozca a las personas mayores como sujetos de derecho con necesidades particulares.

Adicionalmente, contamos con una Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores.

Irónicamente, y aun con esos avances normativos, en muchos casos, a mayor aumento de la expectativa de vida, hay menos oportunidades para las personas mayores. Oportunidades laborales, educativas, recreativas, de salud, de vivienda, de tener una incorporación y rol activo en la familia o la sociedad, de gozar de autonomía para decidir y valerse por sí mismos, de participar en las decisiones que les atañen y de tener el respeto por su sabiduría y aportes.

Por esa razón, y al insistir en la obligación de los Estados de garantizar una vejez digna, la CIDH elaboró el informe titulado “Derechos humanos de las personas mayores y sistemas nacionales de protección” en el que enfatiza la responsabilidad que tienen los Estados de garantizar que esos sistemas atiendan las necesidades de las personas mayores y que se haya un respeto a sus derechos.

La Comisión Interamericana también ha identificado como retos la erradicación de la discriminación por edad (conocida como “edadismo”), así como la generación de información que permita adoptar decisiones de política pública para la protección adecuada de los derechos de las personas mayores con base en evidencia.

En esta conmemoración, nos invito a refrendar el cariño, paciencia, empatía y trato humano hacia las personas adultas mayores, y a hacer una realidad la solidaridad intergeneracional a la que ha llamado la ONU.

* Directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia “Francisco Suárez, SJ” del ITESO

 

 

 

 

 

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