Por: Alejandra Nuño Ruiz Velasco*
Durante 2023 las Naciones Unidas estarán realizando una diversidad de eventos y actividades para celebrar los 75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En ese marco, se han propuesto 12 temas que, mensualmente serán los que marquen las campañas y reflexiones.
Hasta ahora, los siete temas han sido los siguientes: Para enero, Detención arbitraria por ejercer los derechos humanos; Para febrero, Sistemas de cuidados y apoyo; En marzo, el tema fue Justicia Racial; Durante el mes de abril se propuso conversar sobre Economía que potencie los derechos humanos; En mayo se dedicaron los esfuerzos a conversar sobre el Espacio cívico, incluyendo el digital, defensores y defensoras de derechos humanos, participación; En junio se abordaron los Derechos de las mujeres; Y julio, el foco de atención será Prevención y paz.
Como es evidente, los temas elegidos son actuales y muestran la persistencia de las preocupaciones por hacer efectivos los derechos humanos. Tomemos como ejemplo el foco temático de junio, la participación de las mujeres en espacios públicos y privados.
En estas semanas hemos escuchado la controversia por la paridad de género en las candidaturas en Jalisco. Ayer supimos que Xóchitl Gálvez presentará una denuncia contra el presidente López Obrador por usar recursos públicos para denostarla. Y este lunes, el INEGI publicó el Censo nacional de impartición de justicia federal 2023 que, entre otros aspectos, muestra los retos del Poder Judicial de la Federación para romper el techo de cristal, es decir, las barreras que impiden a las mujeres acceder a los más altos cargos.
Aunque parecería que existe paridad en ese sector (ya que el 50.1% del personal correspondió a hombres y el 49.9%, a mujeres), una mirada a la integración de los 3 órganos más altos en la pirámide nos muestra lo contrario.
Según la encuesta, de los seis integrantes del Consejo de la Judicatura Federal, 2 son mujeres y 4 hombres; de los siete magistrados que integran la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 5 son hombres y 2 mujeres; y de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 7 son hombres y 4 mujeres. En porcentajes, el 66.6% de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal son hombres; el 71.4% de los integrantes de la Sala Superior en materia electoral son hombres; y el 63.6% de los ministros de la Suprema Corte pertenecen al sexo masculino.
Los ejemplos anteriores (y muchos más) muestran la pertinencia de haber elegido este tema que, de acuerdo con la ONU, está plenamente justificado ya que: La participación equitativa y significativa de las mujeres en los procesos de toma de decisiones no es solo una cuestión de derechos, justicia y democracia, sino que representa una condición necesaria para poder respetar los derechos y los intereses de las mujeres a la hora de diseñar las decisiones que se toman en la esfera pública.
Solamente con la participación activa de las mujeres [-dice la ONU-] y la incorporación de sus puntos de vista y sus experiencias vividas en todos los niveles de la toma de decisiones, se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo sostenible y paz.
Para este mes de julio, como hemos mencionado, el foco temático es el de la prevención y la paz. Qué bueno sería que, en nuestros hogares, trabajos, escuelas, con nuestras amistades conversáramos sobre las acciones que cada quien puede hacer para prevenir la violencia que le rodea y que a veces genera. Qué bueno sería que, en estos once meses previos a las elecciones de junio próximo, las noticias no nos saturarán de insultos y descalificaciones de quienes se postularán por algún cargo público.
Qué bueno sería que, por lo menos durante este mes, escucháramos propuestas creativas, innovadoras, realistas, sostenibles y posibles para que transitemos a un país que deje atrás el terror de las violencias cotidianas y vivamos en armonía.
* Directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia “Francisco Suárez, SJ” del ITESO.