A pesar de que el incendio en el ex-vertedero de Los Laureles ha sido controlado en un 90%, la tragedia ambiental continúa, dejando una estela de contaminación y afectaciones a la salud de los habitantes cercanos. El siniestro, que consumió aproximadamente cuatro hectáreas en distintos puntos, puso en evidencia la falta de medidas preventivas y la ausencia de responsables por este desastre ecológico.
El fuego fue reportado y atendido en menos de ocho minutos por elementos de Protección Civil y Bomberos de Tonalá, con apoyo de corporaciones estatales y municipales, incluyendo Guadalajara, Zapotlanejo, El Salto y Juanacatlán. Además, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad de Jalisco y la Defensa Nacional colaboraron en el resguardo del perímetro.
Según el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, el incendio se desató de forma simultánea y desde cuatro puntos distintos, lo que ha generado sospechas sobre su origen. En el lugar trabajan Bomberos de Tonalá, El Salto, Guadalajara y Protección Civil de Jalisco, además del apoyo del Ejército Mexicano para controlar las llamas.
El alcalde de Tonalá, Sergio Chávez, denunció que esta es la segunda ocasión en menos de tres años que el basurero de Laureles se incendia, afectando a miles de familias con el humo y la contaminación. Elementos de la Coordinación de Seguridad de Tonalá, Bomberos de El Salto, Guadalajara, Protección Civil de Jalisco y el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guadalajara (SIAPA) se sumaron a los esfuerzos para sofocar las llamas.
Chávez también responsabilizó a la empresa Caabsa Eagle por la tragedia y exigió que asuma las consecuencias de su irresponsabilidad. “Lo bueno es que ya se van”, señaló el edil, haciendo referencia a la salida de la empresa de la gestión del vertedero.
Ante la gravedad del suceso, Lemus Navarro ha ordenado el inicio de las investigaciones correspondientes para determinar responsabilidades y esclarecer las causas del incendio. Sin embargo, el problema de fondo persiste: el ex-vertedero de Los Laureles sigue representando un foco de contaminación y riesgo para el medio ambiente. Este sitio, que en el pasado albergó toneladas de desechos, continúa siendo un punto crítico de incendios y emisiones tóxicas, sin que hasta el momento se deslinden responsabilidades por estos recurrentes desastres ambientales.
A pesar del esfuerzo de los cuerpos de emergencia, la población sigue expuesta a las consecuencias de este tipo de incidentes, con afectaciones en la calidad del aire y riesgos para la salud pública. Organizaciones ambientalistas han denunciado en reiteradas ocasiones la falta de acciones contundentes por parte de las autoridades para remediar la situación del ex-vertedero y evitar que estos incendios sigan ocurriendo.
Mientras las llamas son sofocadas, la incertidumbre crece: ¿quién responderá por este desastre? Hasta el momento, no hay responsables señalados ni soluciones claras para evitar que esta historia se repita.
