Con una patrulla de la Comisaría de Tonalá y mediante la supervisión de personal de la Dirección de Ecología del ayuntamiento, es como el municipio se encarga de vigilar que se cumplan las disposiciones de las autoridades tras la clausura del tiradero de Matatlán, ocurrida el sábado pasado.
Una patrulla de la policía tonalteca es la que se encarga de hacer diversos rondines fuera y dentro del vertedero, para garantizar que los pepenadores que ahí laboran no violen la valla que se colocó para clausurar el paso de camiones y trabajadores de la basura, y que solo pepenen en la plataforma destinada a la transferencia de los residuos, que corresponde a alrededor de cinco hectáreas.
De acuerdo con la lideresa de una parte de las y los pepenadores de Matatlán, Aracely Batres, si bien se llegó a un acuerdo con el ayuntamiento de Tonalá para que los trabajadores pudieran laborar por lo menos en esta plataforma ante el cierre del resto de las 81 hectáreas, mientras las góndolas cargan el material para llevarlos a su destino final, augura que habrá complicaciones para su recaudo, pues señala, son más de dos mil personas las que obtienen recursos de este sitio que, en comparación con la totalidad del lugar, es muy pequeño.