El presidente de Tonalá, Sergio Chávez Dávalos, el pasado viernes, el tiradero de Coyula, para verificar de manera personal que la empresa Caabsa esté dando cumplimiento a su compromiso de sacar las más de 50 mil toneladas de basura que depositó irregularmente en el lugar.
Comprobó que, efectivamente, se está sacando la basura y enviando al vertedero de Picachos, en el municipio de Zapopan, para su disposición final, por lo que consideró prudente concederle a Caabsa el beneficio de la duda y no clausurar el lugar este 31 de enero como se tenía programado y esperar que el saneamiento se concrete en el plazo que los empresarios se fijaron, el 30 de abril del año en curso, como fecha fatal. Noventa días a partir del 31 de enero.
Según datos de la empresa, están sacando 1,800 toneladas por día, en promedio, mientras que el ingreso fluctúa entre mil y mil 50 toneladas y al 28 de enero admiten un acumulado de casi 55 mil toneladas.
Cabe recordar que, a raíz del cierre del vertedero de Los Laureles, Caabsa empezó a almacenar la basura en Matatlán, relleno sanitario que fue cerrado hace años y quedó únicamente como planta de transferencia, por lo que el gobierno municipal que encabeza Chávez Davalos inició una serie de acciones administrativas apegadas a derecho y agotando las etapas procesales para impedir este hecho.
Conforme a la ley y reglamentos de la materia, lo primero que se hizo fue una visita al lugar, apercibir y aplicar una multa y, en términos procesales, lo que seguía es la clausura del lugar, en caso de que la multicitada empresa no hubiese dado signos de solucionar el problema.
Previa reunión con alcaldes metropolitanos y representantes del gobierno del Estado, el día 20 de enero la empresa Caabsa publicó un escrito en redes sociales en el que se compromete a iniciar el retiro de basura a partir del 24 del mismo mes y asegura que los trabajos de desalojo deberán concluir el 30 de abril del año en curso. El gobierno municipal será vigilante de que se cumpla este compromiso.
A pesar de estos trabajos el problema ambientan que se vive en la zona es mayúsculo, ya que no se tienen las condiciones sanitarias para depositar la basura en el lugar, además de que el proceso de retiro de estas miles de tonaleas de desechos se realiza de manera muy lenta.
Si se revisa el tema, de acuerdo a los propios números expresados por la autoridad, si diariamente se retiran 800 toneladas que se llevan a Picachos, y restan 55 mil toneladas, todavía tendremos 70 días padeciendo el excendente de basura en Tonalá.
Las quejas de los vecinos por los malos olores, las afectaciones a la salud y a los nuevos locales de pepenadores que se instalan a la entrada del tiradero, no son atendidas de manera adecuada por los gobiernos.
Es urgente que se de una solución integral a este gravísimo problema y que se garantice a los tonaltecas que la empresa cumple con lo establecido en las normas ambientales, ya que, no solo es el que no se deposite más basura, sino que se realicen trabajos de saneamiento y abandono adecuados, tarea que no se ha realizado.
La salud de miles de habitantes de la zona del tiradero requiere de soluciones de aplicación inmediata.
Tonalá de Hoy. 30.01.2022
Marcos Arana Barba
